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¿Quieres mejorar tu salud? Empieza un jardín



¿Cómo están tus niveles de vitamina D? ¿Podrías beneficiarte de un impulso a tu estado de ánimo? ¿Qué tal un descanso del estrés y la ansiedad? Tal vez sea hora de poner las manos en la tierra y cultivar algunas plantas.


El Día Nacional de la Jardinería es el 14 de abril. Es el recordatorio perfecto de que la primavera está aquí, y con eso vienen nuevas formas de apoyar tu salud, como mantener un jardín.


Quizás te preguntes por qué deberías tomarte la molestia de cultivar tus propias plantas cuando es más fácil, rápido y, a menudo, más barato comprar en el supermercado. La respuesta es simple: la jardinería es buena para ti y es buena para el mundo en el que vivimos.


Los jardines construyen cuerpos fuertes y saludables


Incluso antes de comenzar a cosechar y comer los productos frescos que has plantado, la acción de la jardinería ya te está volviendo más saludable. Trabajar en un jardín generalmente garantiza que pasarás tiempo al aire libre, lo que te ayudará a absorber los rayos UV-B del sol que pueden generar vitamina D.


La vitamina D, la vitamina del sol, estimula nuestro sistema inmunológico y ayuda a regular el flujo de insulina, manteniendo nuestro cuerpo metabólicamente saludable. También trabaja para fortalecer nuestros huesos y dientes al impactar el crecimiento de calcio en nuestros cuerpos.


Aún mejor, es gratis. Nuestros cuerpos producen vitamina D cuando se exponen a la luz solar. Sin embargo, a pesar de este recurso gratuito, más del 40% de las personas en Estados Unidos tienen una deficiencia de vitamina D. La jardinería es solo una forma de ayudar a aumentar la producción de vitamina D del cuerpo.


No es solo la luz del sol de la jardinería lo que ayuda a fortalecer nuestros cuerpos. Todos los ejercicios saludables de soporte de peso involucrados en el cuidado de las plantas ayudan a desarrollar huesos fuertes y un corazón fuerte. La jardinería también tiene beneficios cognitivos.


La jardinería reduce el estrés ocasional


El trabajo en el jardín inspira atención plena y meditación. También se ha documentado que reduce los niveles de cortisol. El cortisol, conocido como la hormona del estrés, es una respuesta vital que nuestro cuerpo tiene ante situaciones peligrosas o difíciles: piensa en luchar o huir. Si bien la liberación de cortisol es útil en los momentos adecuados, demasiado cortisol puede sobrecargar innecesariamente nuestro cuerpo. Las cantidades crónicamente altas de cortisol pueden aumentar nuestro nivel de azúcar en la sangre sin cesar, lo que nos pone en riesgo de volvernos resistentes a la insulina.


Si no estás preparado para el trabajo de jardinería, pero podrías beneficiarte de un poco de alivio del estrés, intenta simplemente sentarte en un jardín. Un estudio encontró que sentarse en el jardín del hospital redujo el estrés y evitó el agotamiento entre el personal médico.


Los jardines son buenos para el planeta


Cuando plantas un jardín, no solo estás creando un hábitat muy necesario para las abejas y otros polinizadores críticos, sino que también estás impulsando un entorno saludable. Las plantas extraen dióxido de carbono del aire y al mismo tiempo producen oxígeno. Trabajan para eliminar químicos y bacterias del aire, creando una atmósfera más limpia y saludable. Debajo de la superficie, las raíces de las plantas limpian el suelo y eliminan los productos químicos. Sus raíces también protegen la capa superior del suelo de las fuertes lluvias y los desbordes, evitando la erosión y el agotamiento del suelo.


Además, cultivar tus alimentos reduce tus viajes a la tienda, ahorrándote tiempo y dinero. También reduce la energía, el tiempo y el dinero gastados en traer alimentos a la tienda, a menudo transportados desde el otro lado del mundo.


Los jardines mejoran nuestro acceso a alimentos frescos


Cuando cultivas tus alimentos, no necesitas preocuparte por los aditivos, conservantes o pesticidas; puedes estar seguro de que es seguro y saludable. Puedes cosechar y comer tus productos con la máxima frescura, maximizando el sabor, las vitaminas y los nutrientes. En general, los jardineros comen más frutas y verduras. Las frutas, verduras y hierbas frescas están llenas de vitaminas y nutrientes esenciales que alimentan la buena salud.


Si estás buscando ideas, aquí hay algunos alimentos y hierbas que comúnmente se cultivan en casa:


  • Frambuesas, brócoli y orégano: alto contenido de fibra, que ayuda a mantener el sistema digestivo.

  • Tomates, tomillo y pimientos: ricos en vitamina C, que es fundamental para combatir infecciones y curar heridas.

  • Espinaca, perejil y frijoles: rico en hierro, que apoya la salud de la sangre y el cerebro.


La jardinería puede hacerte más feliz


Pasar tiempo en la naturaleza es profundamente beneficioso para nosotros como humanos. Sin embargo, no siempre es posible o práctico caminar por el bosque o andar en bicicleta en las montañas. Un pequeño jardín o parcela comunitaria puede darte la oportunidad de escapar del bullicio de la modernidad y disfrutar de la naturaleza. Además, los científicos han descubierto que poner las manos en la tierra puede elevar los niveles de serotonina, lo que aumenta la sensación de bienestar y felicidad.


En su libro “La menta bien ajardinada”, la psicoterapeuta Sue Stuart-Smith escribe: “Cuando sembramos una semilla, plantamos una narrativa de posibilidades futuras”. Los jardines ofrecen la posibilidad de una nueva vida y un futuro más brillante. Incluso sin una gran superficie o una parcela de jardín, algunas plantas en macetas en un balcón o cerca de una ventana soleada pueden ofrecer la oportunidad de poner nuestras manos en la tierra y sembrar nuevas posibilidades.


Los huertos comunitarios combaten la inseguridad alimentaria


Los jardines son poderosos no solo porque pueden hacernos más saludables, sino también porque pueden abordar problemas socioeconómicos desafiante. Los productos cultivados localmente en huertos comunitarios y escolares combaten la mala nutrición y la inseguridad alimentaria.


Apoyar proyectos de jardines es un elemento esencial de la Fundación Unicity Make Life Better. Recientemente, la fundación envió una subvención a Panamá para construir un huerto escolar biointensivo en una zona rural.


El jardín crecerá más de 60 tipos diferentes de productos, como tomates, lechuga, zanahorias, pimientos, pepino, maíz, calabaza, brócoli y berenjena. También tendrán gallinas ponedoras en el jardín para proporcionar una fuente fresca de proteína. Los niños de la zona y sus padres trabajarán juntos para cuidar los cultivos, y los productos se utilizarán en los almuerzos escolares, mejorando la nutrición, el desarrollo y la capacidad de aprendizaje.


Ya sea que plantes un jardín en tu patio trasero o mantengas una maceta de albahaca en tu cocina, nutrir las plantas puede inspirarnos hacia una buena salud y nuevas posibilidades.

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