Las cenas tempranas suelen estar asociadas con familias con niños pequeños y adultos mayores. Pero otro grupo está adoptando la cena temprana: los conscientes de la salud.
Cada vez hay más investigaciones que demuestran los sólidos beneficios para la salud de cenar más temprano en la noche, sin importar la edad.
Crono-nutrición: por qué importa el momento de las comidas
Muchos científicos de la nutrición se centran en nutrientes y calorías, es decir, el impacto de los alimentos en nuestro cuerpo. Una rama más nueva de este tema es la crono-nutrición, que se enfoca en el efecto que puede tener el momento de las comidas en nuestra salud metabólica. Considera los ritmos naturales del cuerpo (incluidos los ritmos circadianos, que regulan el ciclo sueño-vigilia) y la forma en que los diferentes alimentos se metabolizan a lo largo del día.
Por ejemplo, por las mañanas, la sensibilidad a la insulina del cuerpo es mayor, lo que significa que puede procesar los carbohidratos de manera más eficiente. Sin embargo, por la noche, la sensibilidad a la insulina es menor, lo que podría provocar niveles de azúcar en sangre menos estables durante la noche.
Beneficios de cenar más temprano
Cenar más temprano no solo ayuda a mantener niveles estables de azúcar en sangre. Una digestión mejorada es otro gran beneficio. El sistema digestivo del cuerpo está más activo durante el día, y una comida abundante por la noche puede interrumpir el proceso digestivo natural y provocar problemas gastrointestinales que no deseas enfrentar, especialmente por la noche cuando intentas dormir.
Hablando de sueño, esta es otra área que se beneficia de una cena más temprana. Cuando el cuerpo tiene suficiente tiempo para digerir adecuadamente los alimentos, es más fácil conciliar ese elusivo sueño reparador.
Y finalmente, las cenas tempranas también pueden ayudar con el control del peso. Nuestro metabolismo se ralentiza a medida que el día llega a su fin, por lo que, si meriendas hasta altas horas de la noche, es más probable que esas calorías se almacenen como grasa en lugar de quemarse antes de acostarte.
El mejor momento para cenar
Cenar más temprano en el día puede ayudar a mantener nuestra salud en general, pero ¿qué tan temprano estamos hablando?
La ciencia aquí es un poco más mixta. Algunos estudios dicen que debes cenar a las 5 p.m., mientras que otros dicen que está bien hasta las 8 p.m., siempre y cuando desayunes más tarde al día siguiente (después de las 11 a.m.).
Como ocurre con la mayoría de las cosas en la vida, no hay una solución única que se ajuste a todos para una cena perfectamente programada. Pero ten en cuenta los siguientes consejos:
Procura terminar la cena al menos tres horas antes de acostarte. Esto le dará a tu cuerpo suficiente tiempo para digerir la comida antes de dormir.
Come todas tus comidas en una ventana de 8 a 10 horas.
Dado que nuestro metabolismo es más lento por la noche que por la mañana, come tus comidas más pesadas temprano en el día y finaliza tu horario de comidas con una cena ligera.
La mayoría de las personas quieren relajarse al final de un largo día, al igual que tu cuerpo. Cenar más temprano y evitar los snacks después puede ayudar a que nuestros cuerpos tengan el tiempo de relajación que necesitan para seguir apoyándonos.
Consistencia, no perfección
Si bien el momento de las comidas es importante, no siempre será posible sincronizar cada comida de manera perfecta. Las cenas con amigos, partidos de fútbol, eventos laborales y, bueno, la vida en general, requerirán que hagas ajustes ocasionales, y eso está bien. Descubre lo que funciona mejor para ti y tu familia la mayor parte del tiempo y esfuérzate por ser constante en lugar de buscar la perfección.
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