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Alimentación consciente vs. alimentación intuitiva: 2 formas de cambiar tu forma de comer



Nuestros hábitos alimenticios a menudo están vinculados a nuestras emociones, lo que influye en lo que comemos, generalmente en nuestro detrimento. Además, sentarnos para una comida tranquila puede sentirse como un lujo que no podemos permitir cuando nuestras agendas están abarrotadas, por lo que comer se convierte en algo que hacemos rápidamente mientras pensamos en otras cosas.


Ya sea por cómo nos sentimos o por lo ocupadas que están nuestras agendas, la relación de la sociedad con la comida se está volviendo más informal y pasiva. Comemos sobre la marcha, saltamos comidas y nos excedemos sin pensarlo mucho. Como resultado, perdemos algunos de los beneficios que obtenemos de los alimentos más allá de simplemente satisfacer el hambre.


Es esta realización la que ha llevado al aumento de la popularidad de dos movimientos alimentarios: la alimentación consciente y la alimentación intuitiva. Estos dos enfoques brindan formas distintas pero complementarias de conectarnos con nuestros cuerpos, disfrutar más de nuestra comida y tomar decisiones más saludables y satisfactorias.


¿Qué es la alimentación consciente?


La alimentación consciente trata sobre estar presente en el momento mientras comes. Esto significa prestar mucha atención a tu comida, saborear cada bocado y emplear todos tus sentidos para aprovechar al máximo la experiencia.


Eliminar las distracciones es otro aspecto importante de la alimentación consciente. Al apagar la televisión y apartar los teléfonos, es más fácil concentrarse en la comida frente a nosotros, disfrutando de todo, desde los colores hasta las texturas y los sabores.


No hay lugar para el juicio aquí; la alimentación consciente no asigna una "nota" buena o mala a ninguna comida. El objetivo general es simplemente prestar más atención a lo que estamos comiendo, lo que a su vez nos ayuda a disfrutar de lo que estamos comiendo y controlar mejor cuándo hemos comido lo suficiente.


¿Qué es la alimentación intuitiva?


La alimentación intuitiva es una filosofía que te anima a escuchar a tu cuerpo. Esto nos enseña a comer en respuesta a señales físicas de hambre y a ser conscientes de cuando comemos por razones emocionales.


Al escuchar a nuestros cuerpos, estamos rechazando dietas diseñadas para restringir qué y cuánto comemos. Después de todo, no hay una dieta única para todos, y la alimentación intuitiva es una forma de ayudar a cada individuo a confiar en la capacidad de su propio cuerpo para regularse, independientemente de las reglas y expectativas externas sobre la comida. Todo esto ayuda a desarrollar una relación más saludable con la comida.


Enfoques diferentes, beneficios similares


Aunque la alimentación consciente y la alimentación intuitiva tienen enfoques diferentes, tienen objetivos finales similares: desarrollar una relación saludable con la comida y nuestros cuerpos. La alimentación consciente te ayuda a saborear el momento y prestar más atención a lo que estás comiendo, y la alimentación intuitiva te empodera para confiar en las señales de tu cuerpo y responder en consecuencia. Ambos ayudan a establecer hábitos alimenticios saludables y hacen que la comida sea más placentera.


6 consejos para una alimentación más consciente/intuitiva


Si buscas encontrar más alegría en la comida, estos consejos pueden ayudarte a establecer hábitos más saludables.


1. Elimina las distracciones: Apaga la televisión, guarda el teléfono, cierra tu computadora y siéntate a la mesa tan a menudo como puedas para las comidas. Hacer de las comidas la única actividad, en lugar de algo que haces mientras haces varias cosas a la vez, puede ayudarte a apreciar lo que tienes frente a ti y reconocer cuando estás lleno antes de comer demasiado.


2. Come solo cuando tengas hambre: Antes de alcanzar ese snack, pregúntate a ti mismo si realmente tienes hambre o si simplemente estás aburrido o estresado. Escuchar a tu cuerpo significa comer cuando realmente tienes hambre y no comer cuando no lo tienes.


3. Mastica lentamente: Esto no solo te ayuda a saborear el sabor, sino que también ayuda a la digestión y le da a tu cuerpo tiempo para enviar señales a tu cerebro de que has comido lo suficiente.


4. No etiquetes los alimentos como buenos o malos: La cultura de las dietas nos anima a limitar qué alimentos comemos y trata de ciertos alimentos como un fracaso moral. Sin embargo, la alimentación consciente e intuitiva nos anima a disfrutar de alimentos de todo tipo sin culpa ni juicio.


5. Come lo que te gusta, pero obtén una buena variedad también: Haz lo posible por abarcar todos los principales grupos de alimentos, especialmente en el ámbito de los alimentos integrales, para asegurarte de obtener los nutrientes que necesitas. ¡Quién sabe, podrías descubrir algunos nuevos favoritos de esta manera!


6. Comienza poco a poco: Para algo tan central en nuestras vidas como comer, lleva tiempo cambiar malos hábitos y establecer nuevos. Entonces, no esperes la perfección de inmediato. (De hecho, no esperes la perfección en absoluto; eso es otro mantra de la cultura de las dietas.) Comienza eliminando distracciones para una comida al día o prestando atención a cuándo tienes más hambre durante el día. Puedes hacer ajustes según sea necesario a partir de ahí.


Incorporar la alimentación consciente e intuitiva en tu vida puede llevar a una relación más equilibrada y satisfactoria con la comida, y ayudarte a recuperar el control sobre qué y cuándo comes. Estos enfoques de alimentación no son soluciones rápidas, sino viajes de toda la vida que nos ayudan a cambiar nuestras percepciones y expectativas. ¡Buen provecho!

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